—Verdad —dije.—Y hay que proporcionarles una dosis de Ratonizador a cada una —ha dicho—.¿Cómo rayos vamos a hacerlo? —Abuela, creo que olvidas que un ratón puede entrar en sitios donde nopueden ingresar la gente.—Eso es verdad —dijo—. —Entonces no la dejes realizar un viaje largo este verano. Todavía no estálo bastante fuerte para eso.

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Porninguna parte había el menor signo de que estuviera ocupada por vestido Kukie verao alguienque no fuera un individuo habitual. ¡Córtale la cabeza y la cola yfríelo en aceite ardiente! Pero enNoruega, de donde yo soy, nos encontramos muy familiarizados a este tipo desucesos. ¿De qué manera abordo este tema? —El único inconveniente —dije— es de qué forma voy a saber qué comida es paraellas.

Todos ellos parecían comprender instintivamenteque lo que estaba ocurriendo allí, delante de ellos, era algo positivo, yaplaudían y daban vivas y se reían como locos.—Es hora de irnos —ha dicho mi abuela—. Nuestra labor ha terminado.Se bajó de la silla, cogió su bolso y se lo colgó del brazo. Me llevaba amí en la mano derecha y a Bruno en la izquierda. —Entiendo muy bien su indignación, señor Jenkins —ha dicho ella—.Cualquier otro padre inglés estaría tan furioso como usted. Pero enNoruega, de donde yo soy, nos encontramos muy familiarizados a este tipo desucesos. Hemos aprendido a admitirlos como parte de la vida diaria.—¡Usted debe estar loca! —gritó el señor Jenkins—.

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Dio media vuelta y echó a caminar hacia la mesa de La Gran Bruja. Miabuela y yo nos quedamos mirándole. Bruno había saltado encima de la mesa ytambién miraba a su padre. Prácticamente todas la gente que había en elcomedor estaban ahora observando al señor Jenkins. Yo continué dondeestaba, asomando la cabeza por vestido Kukie Verao fuera del bolso. Pensé que era mucho más sensatono desplazarse. El señor Jenkins se acercó a nuestra mesa a zancadas y con expresióndecidida.—¿Dónde se encuentra ese nieto suyo?

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Cuando se trata de vestidos y faldas con cuadros aesthetics, las opciones son infinitas. Desde distinguidos vestidos hasta faldas amenas y presumidas, hay una gran variedad de estilos para escoger. Estos son solo ciertos ejemplos de los estilos y diseños populares de cuadros aesthetics. La clave es seleccionar el que más te represente y te haga sentir cómodo y seguro. ¿Por qué razón no me lo dices? —Si de verdad deseas saberlo —dijo—, temo que los ratones noviven bastante.—¿Cuánto?

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Este arreglo va a crear una atmósfera retro en el interior, que se puede conjuntar con avisos de películas de forma directa de los años 60. Las imágenes con corazones o diamantes son una forma de organizar una habitación con un estilo mucho más glamoroso. —Por supuesto, señora —dijo él.Se puso 2 dedos en la boca y lanzó un largo y agudo silbido. Había estado varias semanas tratando silbar de esemodo, pero no lo conseguí ni una vez. Por el momento no podría lograrlo nunca.Llegó el taxi.

—¡Ahora lo han festejado, abuela! Textos motivadores en diferentes lenguajes o citas de mujeres reconocidas y triunfantes que tienen la posibilidad de ser una buena motivación para las mujeres adolescentes. Semejantes decoraciones de pared transformarán la habitación de una niña en un reino de cuento de hadas. Su madre hacía tortillas con ellos. ¡No puedo llevar aun ratón al dentista! Todo el planeta gritaba «¡Ratones!

—chillaron ellas, poco a poco más excitadas.—¡Los niños huelen a caca de perrro! —chirrió La Enorme Bruja.—¡Buuuuu! —¡Peor que la caca de perrro! ¡La caca deperrro huele a violetas y a rrrosas comparrada con los pequeños! Aplaudían y vitoreaban casicada palabra pronunciada desde la tarima. La oradora las teníacompletamente fascinadas.—¡Hablarr de los niños me da ganas de vomitarr!

Cogí el frasquito y, utilizando las dos patas delanteras, comprobé quepodía desenroscar el tapón con sencillez.—Estupendo —ha dicho mi abuela—. Verdaderamente eres un ratón listísimo.Miró su reloj otra vez.—Son las siete y media —ha dicho—. Voy a bajar a cenar en el comedorllevándote en mi bolso. Te soltaré debajo de la mesa con el frasquito y, apartir de ahí, tendrás que arreglártelas tú solo.